• Si has notado cambios en tu estado de ánimo, estás deprimido, apático o muy inseguro.
  • Si te sientes irritable y malhumorado la mayor parte del tiempo.
  • Si estás muy ansioso.
  • Si sientes miedos fuertes que te dejan aislado, interfieren tu funcionamiento normal o te hacen estar desconfiado de quienes te rodean.
  • Si te dicen que eres retador y pareces incapaz de seguir instrucciones.
  • Si actúas de forma extraña o tienes conductas disruptivas o inadecuadas para tu edad.
  • Si tu rendimiento académico ha disminuido repentinamente y desde el colegio se muestran preocupados por cambios en tu comportamiento.
  • Si quienes te rodean observan que tu conducta ha cambiado repentinamente.
  • Si te muestras agresivo.
  • Si no logras relacionarte adecuadamente o cambias repentinamente de amigos.
  • Si presentas conductas de riesgo: autoagresiones, consumo de drogas, agresividad excesiva, promiscuidad sexual, bulimia o anorexia.

A veces el malestar psicológico puede manifestarse en el cuerpo, a través de enfermedades como: asma, alergias, problemas gastrointestinales, migrañas, problema en el área sexual, entre otras.

Te ofrecemos un espacio confiable donde puedas ser como eres y transmitir tus emociones y angustias sin temor a ser juzgado.